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Con la preocupación permanente de la gente por la inseguridad que se vive a diario en las ciudades del país, el Gobierno se la juega con una nueva estrategia para enfrentar delitos de alto impacto como el hurto. El general Jorge Luis Vargas, encargado por el Gobierno para diseñar y poner en marcha el plan, habló con EL TIEMPO sobre la estrategia que se viene trabajando con la Fiscalía General.

¿Cómo recibe este reto?

Esta decisión es de mucha responsabilidad institucional y de mucho trabajo en equipo. Por eso, lo primero ha sido reunirnos con todos los comandantes de región, de departamento y específicamente con los comandantes de Seguridad Ciudadana para evaluar y poner en marcha las instrucciones del Gobierno y el director de la Policía Nacional.

¿Cuáles son esas instrucciones?

Reducir el homicidio y el hurto. Fortalecer y hacer las modificaciones que requiere el Modelo Nacional de Vigilancia por Cuadrantes, y tener una policía muy visible, con oportunidad y respuesta al ciudadano. Además de focalizar esfuerzos entre inteligencia e investigación criminal para reducir el delito.

¿Y ya está listo el plan?

Junto con la doctora Claudia Carrasquilla, que es la delegada de Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, se ha trabajado en la figura de ‘investigaciones y actuaciones exprés’, que se dan en máximo dos meses. Aprovechando la tecnología, cruzamos información en tiempo real: testigos, evidencias recolectadas, denuncias, fotografías: todo un material probatorio que nos permita lograr de la autoridad competente órdenes de captura –contra la persona y la organización–y que a la hora de la audiencia se logre su detención intramural.

Y este trabajo en tiempo real, ¿qué beneficios trae?

Como contamos con un grupo específico de fiscales, su actuación es oportuna para poder realizar allanamientos, identificaciones, derribamientos (de ollas), y extinción del dominio donde se reciben objetos robados. Y estamos trabajando en identificar a los autores recurrentes.

¿Y ya hay resultados?

En diez días hemos intervenido en Santa Marta, Medellín, Cali y Tumaco, donde se ha hecho un trabajo de análisis, recolección de información, de articulación de capacidades y de respuesta. Hemos verificado las órdenes de captura no solo por homicidio y hurto, sino que también se están verificando los procesos por microtráfico, un delito que incide directamente sobre toda clase de actividades ilegales.

¿Hicieron un diagnóstico del anterior modelo de seguridad?

Con base en el trabajo que ya se ha realizado a través de los cuadrantes, como la georreferenciación del delito y la ubicación de las zonas calientes, se empezó a verificar los tiempos de respuesta, la cantidad de policías por zona, entre otros factores, para redistribuir los medios y lograr una contención, interrupción y reducción del delito.

¿Y qué concluyeron de ese examen?

Esto es organizado. Lo primero que hemos hecho, con base en la información recolectada en los cuadrantes, es un inventario de delincuentes, de estructuras criminales, de sitios donde atacan y horas en las que ocurren los ilícitos, entre otros ítems. Desde hace diez días, con la Dijín y la Unidad de Análisis y Contexto de la Fiscalía, estamos actualizando los mapas del crimen en Colombia, los inventarios de actores criminales para poder actuar focalizadamente sobre ellos. Esa información en conjunto con la Fiscalía la constatamos para establecer un plan con el fin de llegar a capturas y lograr una buena judicialización.

¿A qué se refiere con redistribuir medios?

Esto va dentro de las modificaciones del Plan Cuadrantes. Un ejemplo, el cambio de horarios de nuestros policías de acuerdo con las necesidades del servicio. No se aplicará en forma generalizada, sino de acuerdo con variables que se analizan. Si en determinado lugar, a las cinco de la tarde se tiene identificado que hay mayor número de atracos, pues a esa hora habrá más personal, tanto uniformado como de inteligencia, para contener el delito.

¿Ya se está incorporando esa medida?

Villavicencio es una ciudad muy adelantada en ese tema. Allá vienen desarrollando, con el apoyo de las cámaras de seguridad y las denuncias de los ciudadanos, un análisis y medición sobre a qué horas, cuándo, en dónde y quién comete el delito. Con esa información buscan distribuir de mejor forma a los policías y atacar las horas cuando mayor incidencia delictiva se registra. Ya se están presentando cambios en este sentido en Bogotá, Medellín, Bello y Cali.

¿Cuál es la situación actual del homicidio?

En este momento se registra una reducción del 2 por ciento. Nuestra meta es que se llegue al finalizar el año a un 4 por ciento o más. Las muertes en Colombia involucran la utilización de un arma de fuego en el 70 o 75 por ciento de los casos, y el 55 por ciento de estas muertes se dan por la intervención de un sicario. Los homicidios en medio de riñas están entre un 18 y 25 por ciento. Aquí tienen que ver mucho la intolerancia social, la falta de una educación ciudadana, lo que va ligado al consumo de bebidas embriagantes.

¿Cuál es la estrategia para proteger vidas?

Se sustenta en lo antes mencionado, y en un proceso investigativo que involucra otros factores porque no solo estamos hablando que hay que contener el homicidio, sino que hay que trabajar contra una gama de actores y estructuras que son las que producen la violencia muy ligada al tráfico local de drogas.

¿Alguna estrategia especial en los casos de feminicidio?

La Dijín tiene un equipo especial de investigadores, y la instrucción de la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez es darle prioridad para que los casos no queden en la impunidad.

El dolor de cabeza para el ciudadano del común es el hurto…

Nuestro afán como Policía y Fiscalía es actuar sobre los delincuentes. Con la base de datos que hemos depurado sobre criminales entraremos a intervenir. Con ese inventario recolectado por inteligencia los vamos a atacar en sus zonas de confort. Y aquí vamos a medir cada uno de los cuadrantes, cuál fue su tiempo de reacción frente a un hecho in fraganti o una denuncia, si hubo persecución, si se logró la captura. Y así evaluaremos los cambios pertinentes para hacer más efectivo el actuar en ese perímetro.​

¿Hay bandas estructuradas dedicadas al hurto?

Sí. Estas personas delinquen de manera estructurada y organizada. Se dividen sectores, ganancias, por eso es importante visibilizarlos con trabajo de inteligencia para poder judicializarlos.

¿Y frente al hurto de celulares qué van a hacer?

En este momento llevamos una reducción del doce por ciento, una muy buena noticia. Aquí trabajamos de la mano con el Ministerio de las Tecnologías y las empresas de telefonía celular. Estamos midiendo las buenas prácticas de otros países, como los bloqueos de los equipos a nivel internacional en caso de hurto. Se están coordinando con Interpol y Ameripol una serie de operaciones para ubicar y desarticular estas redes dedicadas a la comercialización de equipos robados, que en nuestro caso terminan en Argentina. Y algo muy importante: con la Fiscalía y las investigaciones exprés estamos atacando la recepción de celulares robados de manera directa y con extinción del dominio.

¿El hurto de bicicletas?

Aquí, el tema es más complejo porque se trata de redes organizadas que buscan hurtar las bicicletas de alta gama, y está el ladrón de oportunidad que las roba, en muchas ocasiones, para tener dinero para consumir. Inicialmente vamos a ubicar los puntos de receptación, frenar la actividad de ese comprador ilegal, sobre la premisa de que se le aplicará la extinción del dominio.

Sobre los reincidentes, ¿qué se han planteado?

La Fiscalía está evaluando la situación y en el futuro emitirá una recomendación al Consejo Superior de Política Criminal.

¿Nos faltan policías?

Sí, nos faltan. Pero hay un gran compromiso del Gobierno en incorporar más personal, gente que tenga la vocación de servicio. Se requieren más policías, y volver su labor más eficiente con todas nuestras especialidades.

¿Hay algún plazo fijado para ver resultados?

No, para nada. Los resultados deben verse ya, esa es la orden del general Óscar Atehortúa (director de la Policía Nacional); hay un seguimiento diario de cada actividad y una evaluación semanal de los resultados.

Tomado de eltiempo.com